Caso Warren: El mono de los Platillos
Hola a todos y bienvenidos a una nueva actualización, el día de hoy veremos un nuevo caso de los Warren, en donde explicaremos un poco de la historia del juguete del mono de los platillos, mismo que conservan en su museo.
Comencemos...
El mono de los platillos
Todo comienza con a partir de la década de 1950, en donde una compañía japonesa decide sacar un juguete llamado "Jolly Chimp" el cual era un mono con platillos en las manos, que lo que se activaba mediante un mecanismo y movía los brazos haciendo que sonaran los platillos en sus manos al chocarlos. Debido a su escalofriante aspecto y función, este juguete no fue muy querido por los niños y terminaron donando los niños con enfermos o pacientes del psiquiátrico.
A partir de eso ya los juguetes empezaron a tener mala reputación, debido a que se contaba que las enfermeras durante algunas ocasiones durante las noches tenían que ir a apagar los juguetes, ya que estos se encendían sin ningún motivo, y a la maña siguiente al niño que tenia alguno de estos juguetes en su recama y se había encendido, amanecía sin vida.
El caso comienza con el padre de Christopher Parkles, el cual le compró uno de dichos juguetes a un vendedor ambulante para darle como regalo de cumpleaños a su hijo. Christopher era hijo único con once años de edad, el cual era un niño muy alegre y aplicado.
Un día después de ir a una cena familiar decidió dirigirse a su cuarto para poder descansar; sin embargo no pudo conciliar el sueño, lo cual era muy raro en él, al ver que no se podía dormir decidió jugar un rato con el pequeño mono de juguete, pero noto que del objeto emanaba un extraño calor, pero no le tomó tanta importancia, pensando de que probablemente era el mecanismo; ya después de un rato Christopher empezó a cansarse y decidió intentar dormir otra vez, cuando apagó la luz de su cuarto, el mono se encendió y se empezó a escuchar el sonido de los platillos del mono, rápidamente Christopher encendió la luz, al hacer esto el ruido cesó, extrañado un poco, Christopher pensó que pudo haber sido su imaginación debido al cansancio, así que nuevamente apagó la luz y como la primera vez el mono se encendió de la nada; ante esto Christopher decidió armarse de valor e ir a apagarlo, si embargo al tratar de hacerlo sintió como una mano detenía su brazo impidiendo que apagara el juguete; rápidamente el pequeño Christopher salió corriendo hacia la habitación de sus padres, a los cuales luego les contó lo que le había sucedido.
A raíz de esto, Christopher no fue el mimo niño de siempre, ya que su comportamiento cambio radicalmente, haciendo así que sus papás se preocuparan y lo llevaran al medico debido a los comportamiento extraños que tenía el pequeño, como los constantes terrores nocturno, insomnio y el balbucear mientras dormía el nombre de Azazel (nombre de un ángel caído). Pero los doctores solo les dijeron que la única explicación que tenía era que el niño tenía un cuadro agudo de esquizofrenia por los hechos acontecidos, pero ninguno de estos diagnósticos funcionaron.
La familia después de unos meses sin tener una mejoría en la salud del niño, los orillo a contactarse con la pareja Warren.
Los Warren estuvieron investigando un poco sobre el caso, llagando a la conclusión en preguntar como habían conseguido el juguete y del porque al niño en sus sueños balbuceaba aquel nombre, Cuando decidieron revisar el juguete, encontraron lo que fue un trabajo oscuro, en cual se encontraba cabello humano y una nota en la cual se podía leer un conjuro para sacrificar almas inocentes; al saber esto, rápidamente los Warren retiraron el objeto de la familia e hicieron un ritual de sanación y protección al pequeño Christopher; y al pasar tan solo 72 horas, el niño ya estaba como antes.
Finalmente los Warren se terminaron llevando el juguete a su museo, en donde se encuentra resguardado actualmente.
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