El Capi Oviedo

Hola a todos bienvenidos a una nueva actualización, el día de hoy veremos una leyenda del estado de Guanajuato, que ocurrió más específicamente en Celaya, espero que les guste y les de un poco de miedo, comencemos...

El Capi Oviedo 

Todo comienza en la ciudad de Celaya, Guanajuato, en la década de los setentas, en donde habitó un hombre llamado José Oviedo, el cual se le conocía como "Capi Oviedo", él se dedicaba a hacer shows con sus marionetas en la calle Hidalgo, el el centro de la ciudad. 
Su show constaba de 33 marionetas y un teatro adornado con terciopelo; él era bastante conocido por los shows que hacia que eran de diferentes historias que relataba con los títeres, y lo llegaban a ver tanto niños como adultos.  
Cierto día después de una de sus funciones el señor Oviedo empezó a notar actitudes extrañas de sus títeres, como que se escuchaban ruidos de pasos como de las marionetas, que estas cambiaban de posiciones a como las había dejado, o como en una ocasión que encontró a dos títeres tirados en el suelo como si hubiesen estado bailando; el señor Oviedo no le dio mucha importancia a estos sucesos, pero en una ocasión, en la noche volvió a escuchar los sonidos de los pasos de las marionetas, pero estos se escuchaban cada vez más cerca de su habitación, el señor Oviedo por el miedo no pudo hacer nada, solo mirar como por debajo de la rendija que quedaba entre la puerta y el piso de su habitación, y vio movimiento del otro lado de la puerta. 
Al día siguiente el señor Oviedo encontró a sus marionetas tiradas por todos los lados de  su casa, a lo cual era bastante extraño y aterrador, ya que él los había guardado en sus cajas. 
Con estos sucesos el señor Oviedo decidió llevar a bendecir a sus títeres, sin embargo esto no resulto de mucho, ya que en una de sus funciones, con el títere que representaba un juez,  empezó a girar la cabeza hacia donde estaba el señor Oviedo, pero nadie más lo noto, porque los que estaban presenciando la obra pensaron que él era quien la había movido; después de esto el señor Oviedo se quedó paralizado y horrorizado, ya que no solo el muñeco había volteado la cabeza hacia donde estaba el, sino que abrió la boca y le hizo un gesto de horror, por ello tuvo que suspender la obra y la gente nunca supo porque de repente se detuvo el show; con esto el señor Oviedo dio su ultima función. 
Y finalmente, con lo sucedido el señor Oviedo decidió enterrar sus títeres en el suelo de su casa. 

Actualmente algunos de estos títeres se encuentran exhibidos en el Museo de Celaya. 

Y con esto terminamos el día de hoy, espero que les allá entretenido y atemorizado un poco, no vemos la próxima semana con otra actualización con un nuevo caso de los expedientes Warren, nos vemoos. :)

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